RETO GUERRERO: ¡CHIWIWIS!
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¡Chiwiwis!
Tras el debacle que fue para los mexicanos, y mexicoamericanos, el evento “Noche UFC” del 14 de septiembre, algo que quedó en claro es que la sensación latina del momento es Raúl “Niño Problema” Rosas Jr.
El nativo de Clovis, New México, pero que ha pasado gran parte de su juventud en Santa Rosa, California, y ahora en Las Vegas, Nevada, hizo historia al ser el peleador más joven en firmar con Ultimate Fighting Championship (UFC) ya que tenía solamente 17 años, pero su debut en el Octágono sucedió ya cuando tenía los 18 años cumplidos.
Rosas Jr hizo toda su carrera profesional previa a UFC en la compañía Ultimate Warrior Challenge México (UWC), donde tuvo récord profesional de 5-0, y también un combate amateur que sirvió como su inicio, esto el 30 de abril del 2021 y ese mismo año, el 26 de noviembre, su primer combate profesional en UWC 30 ante Eduardo Velázquez, a quien sometió a los 61 segundos con un mataleón.
Pero más importante que su impresionante marca de 10-1-0 en menos de tres años, es que se ha convertido en una sensación de redes sociales, ya sea por cuestiones negativas debido al look que porta por el síndrome Pallister W, o simplemente por su carisma, y más ahora que ha agregado el grito de “¡chiwiwis!” a su repertorio.
Simplemente en el evento UFC 306, en la arena conocida como “The Sphere”, Rosas Jr abrió las acciones con lo que no fue su mejor ni más emocionante duelo, una victoria por decisión unánime contra Qileng “Mongolian Murderer” Aori (25-12-0), de Xilingol, China, pero durante la entrevista logró que la gente coreara con él el grito que, según ha explicado, refleja una gran emoción, una celebración, y la sonrisa que suelta cuando lo dice garantiza que se ha convertido en algo muy pegajoso.
Aunque su actuación contra el veterano no le dio bonus de 50 mil dólares, como ha sucedido en tres ocasiones previas, fue la victoria más importante que ha tenido en UFC a la fecha ya que Aori lleva ocho visitas al Octágono y casi 40 peleas, así que la “oficina” quería ver lo que podía ofrecer contra un veterano.
Rosas Jr ganó y dejó en claro que ahora quiete un peleador rankeado, mínimo Top 20 o Top 15 para probar su suerte y continuar con su ascenso porque, como lo ha dicho, sabe que no puede estar en las Artes Marciales Mixtas (AMM) mucho tiempo, y por eso saca jugo cada vez que puede.
Hay muchos más latinos en UFC, incluso algunos invictos como Michael Morales (17-0-0), quien también pisó la lona de UWC, de Machala, El Oro, Ecuador, pero Rosas Jr se ha ganado al público, y más cuando la noche mexicana no tuvo mucho de qué celebrar.
En Tijuana, Baja California, ya se había convertido en un ídolo, y cuando regresa como esquina de alguno de sus hermanos, la afición no deja de pedir la oportunidad de platicar con él, tomarse foto o solicitar autógrafos.
Lo que sigue es evolucionar, algo notorio en su triunfo del 14 de septiembre eran las indicaciones de su esquina, que eran de parte de su padre Raul y su hermano Jesse, a lo mejor buscar apoyo de otro gimnasio o simplemente cambiar de sede de campamento le iría bien, un paso que no sería negativo por ser un paso hacia adelante.
Por mientras a celebrar y esperar la fecha de su siguiente aparición en el Octágono, y ojalá escuchar una vez más:
“¡CHIWIWIS!”